Un trío con la prima de Anita

Un trío con la prima de AnitaUn trío con la prima de AnitaEse verano había sido inusualmente caluroso en Savannah, donde nos habíamos mudado hacía muy poco tiempo.Un día nos llamó Juliana, la prima favorita de Anita, para decirnos que estaría de paso en la ciudad con su novio y si podríamos alojarla en casa por un par de noches. Ana aceptó encantada que viniera a visitarnos.La segunda noche, a pesar de la humedad y el calor, Ana y yo habíamos estado cogiendo desenfrenadamente en nuestra habitación, tratando de no hacer demasiado ruido, ya que Juliana y su novio americano James, descansaban en la habitación de huéspedes, que era contigua a la nuestra.Al terminar nuestra sesión de sexo me sentía acalorado y transpirado, así que invité a mi dulce mujercita a darse una ducha conmigo? tal vez podríamos seguir un rato más bajo la lluvia.Salimos de la habitación en silencio, Anita detrás de mí y yo con mi verga todavía bien tiesa. A un paso del baño apareció de repente Juliana, vestida con un breve camisón de tul negro casi transparente. A pesar de la oscuridad, pude distinguir sus pezones erectos bajo la liviana tela y mirando hacia abajo, su delicado pubis con una delgada línea de vello rodeando sus labios vaginales.Mi verga estaba casi volviendo a su estado de relajación, cuando esta visión la hizo endurecer otra vez.?Necesito orinar urgente?? Anunció la nena, pasando delante de nosotros.?Ahhh picarones, están en bolas? deben haber estado cogiendo??Ana se apuró en aclarar que teníamos mucho calor y nos íbamos a dar una ducha para bajar la temperatura corporal.?Entonces podría bañarme con ustedes, yo también estoy muy acalorada?Antes que nosotros pudiéramos reaccionar, Juliana se quitó su camisón transparente por sobre la cabeza, quedando a la vista su magnífica desnudez.La ?nena? en realidad tenía casi treinta años, era realmente una bella morocha impresionante, tenía un cuerpazo increíble terminado a mano; pero lo mejor de ella era esa cara de puta viciosa imposible de ocultar.Juliana se sentó en el sanitario con las piernas bien abiertas mostrando su delineada vulva. Dijo que entráramos a la ducha, que ella se uniría enseguida?Ana me miró dubitativamente, pero finalmente entró conmigo a la ducha. Allí me susurró al oído que mi verga estaba más erecta que nunca y con cara de rabia me preguntó si eso era debido a la desnudez de Juliana.Antes de poder decir algo, la nena entró al cubículo con nosotros.?Epa, primo, está bastante grande esa cosa? eso coge a mi prima??Mi dulce Ana iba a decir algo, pero Juliana continuó, sin dejar de mirarme:?Te la puedo tocar?... mi novio no la tiene tan grande ni tan dura?Otra vez mi esposa quiso intervenir, pero rápidamente Juliana tomó mi verga con sus dos manos y comenzó a sopesarla. Por supuesto, sentí que todavía crecía más y más entre sus dedos.?Me encanta una pija así, con las venas hinchadas y la cabeza bien gruesa?Ana iba a protestar por esos comentarios, pero entonces la nena se puso en cuclillas frente a mí y metió mi verga en su delicada boca. Pensé que iba a estallar al instante, pero mi mirada se cruzó con la de Ana y pude notar la lascivia pintada en sus ojos. Ella ya estaba calentándose al ver a su prima comiéndose mi pija? Asintió con la cabeza, como autorizándome a continuar y dejarme hacer?Juliana dejó de chupar y lamer, para decirle a Anita:?Te envidio, prima, poder hacerte coger todas las noches por esta pija hermosa? me encantaría probarla, si me dejaras, si???La nena se levantó y abrazó a Anita. Yo aproveché para meter mi mano enjabonada entre sus muslos abiertos y buscar penetrar sus labios vaginales con mis dedos. Enseguida encontré su clítoris bien inflamado y comencé a acariciarlo suavemente, mientras observaba a ellas dos darse un beso de lengua interminable bajo la ducha.Juliana rompió el contacto de sus labios y gimió suavemente, sintiendo mis dedos hurgar en su vagina caliente. Miró a Anita a los ojos y le dijo:?Estuve cogiendo con James, pero a él no le gusta sodomizarme??Eso significaba que, si mi dulce esposa lo aprobaba, yo me iba a coger ese redondo, firme y deseable culo de la prima Juliana?Ana le dijo que solamente con una condición: Juliana se inclinaría y le lamería la concha a mi esposa mientras yo la enculaba desde atrás. La prima tardó unos segundos en doblar su cintura y ofrecerme la plenitud de su trasero perfecto, mientras se afirmaba con sus manos sobre las redondas caderas de Anita y metía la lengua entre sus labios vaginales?Mi esposa comenzó a gemir enseguida. Antes de cerrar sus ojos, me dijo con la mirada que yo ya podía hacer mi parte. Esparcí un poco de jabón líquido en la muy estrecha entrada trasera de Juliana y metí dos dedos, tratando de ensancharla un poco. La nena gimió y giró su cabeza, para decirme que no le tuviera compasión, que le gustaba ser tratada con rudeza cuando le daban por el culo.Al oír eso, mi verga terminó de endurecerse al máximo. Saqué mis dos dedos y de a poco fui penetrando ese delicado culo con mi dura pija, aferrando las caderas de Juliana con mis dos manos. La lluvia caliente de la ducha caía sobre su espalda curvada y yo miraba la cara de placer de Ana, con la lengua de la prima recorriendo su vagina?Estuve bombeando el culo de Juliana por unos diez minutos, mientras ella le daba placer oral a mi mujercita. Finalmente Ana comenzó a temblar y dejó escapar un aullido tremendo, anunciando que había alcanzado un orgasmo bastante intenso.Ver gozar a Anita potenció mi excitación y entonces comencé a bombear a la nena con más intensidad, hasta acabar aullando y gritando como un loco, mientras sentía que me vaciaba dentro de Juliana?Se la saqué muy despacio y ella se giró para comérmela hasta lamer la última gota de semen?Ana cerró la llave de la ducha y comenzó a secarse con una toalla, mientras observaba a su prima chuparme la pija todavía bastante dura.Cuando Juliana se dio por satisfecha, mi esposa me hizo sentar sobre el sanitario y pasó una pierna a cada lado de mi cuerpo, deslizándose suavemente sobre mi verga. Mientras Anita comenzaba a cabalgarme con toda su furia contenida, Juliana salió del baño en silencio?