Manifiesto de la Perversión (Segunda Parte)

Manifiesto de la Perversión (Segunda Parte)En el capítulo anterior:Ricardo, padre de Juan, intenta persuadirlo de unirse a una orgía macabra y cachonda para cumplir con la costumbre familiar. ¿Qué decidirá Juan? ¿Penetrar la carne prohibida o abandonar este sublime rito?Capítulo 2El nuevo discípulo Juan despertó incomodo en una silla, su frente dolía y sentía un calor como sangre emanando por un golpe. Cuando pudo abrir sus ojos, lo primero que vio fue a su padre con una máscara asemejando a un demonio y su pene pintado de rojo fosforescente. Se encontraba en la sala de estar, maniatado de pies a manos.-Perdóname hijo, teníamos miedo que no nos entiendas- Su voz se notaba quebrada por un poco de tristeza y excitación por lo que vendrá. ?Déjame explicarte el proceso para que puedas unirte completamente a nosotros en cuerpo y en alma. Yo interpretaré a nuestra deidad, Anoev, y por el otro lado Susana hará de una esclava para satisfacer a nuestro Dios. Tómalo como una introducción.Primero tendré sexo con tu madre, la forzaré de una forma actuada frente a tus ojos, tú no podrás hacer nada? Ella gritará como si no quisiera pero mi fuerza y mi pene vigoroso la dominará. Veras como pasa de rogar que no la penetre a que lo desee fervientemente. Basta, ya te dije demasiado ahora disfruta del espectáculo?Se escuchaba a una persona sollozar, Juan trato de sacarse las sogas, sin embargo estaban tan apretadas que le lastimaban las muñecas si las movía. Vio entrar a su madre sucia con barro del jardín de la casa, atada al cuello. Atrás de ella, en tacos altos de color negro, con cinta negra pegada en forma de cruz en sus pezones y la cabeza tapada por un velo, entraba su hermana, su santa Anna. Entrego la soga a su padre mientras se dirigía detrás de su querido y desnudo hermano. Comenzó con caricias en su cuerpo, desde los pectorales hasta su pequeño pene. Se acercó a su oído y le dijo:-¿Así que te gusta masturbarte todos los días cerdito? Hoy será un día más de tus pecados?Mientras Anna masturbaba a Juan, Su padre agito su pene frente al rostro de su madre. Ella sacudía la cabeza en gesto negativo pero Anoev iba hasta las últimas consecuencias. La empujo al suelo y la abrió de piernas. Le hecho una mirada a Juan mientras agarraba de los pelos a su mujer para mostrarle el rostro a su hijo. Ella le pido ayuda.-¡JUAN! ¡NO DEJES QUE ME ABUSE!Ella comenzó a agitarse pero Ricardo la sujeto bien fuerte y la penetró rápidamente. Con cada alarido de su madre, el pene de Juan se ponía más y más duro. Era un placer incontrolable, Juan intentaba liberarse de esta encantación pero le era imposible. Cuando su Anoev acabo dentro de su madre, se la llevo a sus pies dejándole la vagina expuesta a sus ojos.Ver el semen que expulsaba su madre y como recorría hasta llegar a su ano hizo que su hijo tuviera su primer orgasmo. Nunca acabó tanto como aquella vez?-Pasaste la prueba de limpiar los pecados y la aceptación de Anoev como tu nuevo señor sexual. Sin embargo, mi valiente Juan, debes dar el último paso, la confirmación. Debes lamer las semillas de tu deidad, besar el fruto de tu madre y penetrarla lo más duro que puedas. No tengas piedad, recorre cada parte de su cuerpo maduro con tu lengua. Besa sus pezones como lo has hecho de pequeño, aliméntate de ella y plántale la semilla para que vuelva a florecer.Su hermana se lamió el semen que había caído sobre su mano y desato al nuevo semental, al elegido. Juan todavía conservaba una erección potente de su pene adolescente. Él siempre fantaseó con tener sexo con su madre, de una forma circunstancial y pasajera, hasta una relación amorosa/chantaje. Peor nunca lo pudo concretar. Ésta oportunidad era única, se encontraba corrompido pero sediento de sexo. Se arrodillo y comenzó a lamer a su madre, empezando por los muslos, esos gordos muslos llenos de pozos y el paso de los años pero que tantas pajas le había dedicado cuando la veía en shorts en época de verano. Su lengua estaba descubriendo un nuevo mundo, un lugar con un aroma fuerte pero afrodisíaco. No quedo una gota de semen en su vagina y fue ahí cuando su hijo decidió forzarla.El acto no duró mucho, ya que fue su primera vez y se encontraba en tal estado de excitación y susceptibilidad que se quedó pegado a las ubres de su madre, alimentándose mientras ella acariciaba su pene lentamente.?Los años pasaron y la familia de Juan llevo a cabo diferentes rituales y ceremonias secretas entre ellos. Al cabo de unos años la actividad sexual se detuvo ya que Juan formo su propia familia?Continuará?